
El auge de las redes sociales ha facilitado la comunicación, pero también ha incrementado los casos de ataques personales a través de internet. Las manifestaciones ofensivas que dañan el derecho al honor pueden constituir injurias o calumnias, dos figuras legales con consecuencias penales y civiles.
En este artículo analizamos las diferencias entre ambos delitos y explicamos los pasos que puedes seguir para proteger tu reputación.
Diferencias entre injurias y calumnias
Para saber cómo proceder, es fundamental distinguir ambos conceptos:
- Injurias: Expresiones o afirmaciones que lesionan la dignidad de una persona, menoscabando su imagen pública. Pueden incluir insultos, burlas o comentarios denigrantes.
- Calumnias: Se produce cuando se acusa falsamente a alguien de cometer un delito con conocimiento de su falsedad. La diferencia clave con las injurias es que en este caso se imputa un hecho concreto y penalmente sancionable.
Ambos delitos están recogidos en el Código Penal, pero su gravedad y sanción varían en función del daño causado y de si se han realizado en público.
Pasos a seguir si eres víctima de injurias o calumnias
Si has sido atacado en redes sociales, es importante actuar de manera rápida y eficaz para evitar la propagación del daño.
1. Recopilar pruebas del ataque
Antes de tomar medidas legales, es imprescindible conservar evidencias que demuestren la agresión sufrida. Algunas pruebas pueden incluir:
- Capturas de pantalla de los mensajes ofensivos.
- Enlaces directos a las publicaciones.
- Testimonios de personas que hayan visto los comentarios.
- Informes periciales en caso de que el contenido haya sido eliminado.
Un notario puede dar fe de las publicaciones mediante acta notarial, lo que refuerza la validez probatoria.
2. Solicitar la eliminación del contenido
Muchas plataformas permiten reportar publicaciones ofensivas y solicitar su retirada si vulneran sus políticas. Además, si el ataque proviene de un usuario identificado, es recomendable contactar con él para pedir una rectificación.
En caso de negativa, será necesario recurrir a la vía legal.
3. Presentar una denuncia formal
Si el daño es grave o el responsable se niega a rectificar, puedes interponer una denuncia ante la Policía, la Guardia Civil o en el juzgado. En el documento debes incluir:
- Tus datos personales.
- La descripción detallada de los hechos.
- Las pruebas recopiladas.
- Datos del agresor si se conocen.
En el caso de las calumnias, es importante señalar que su persecución solo procede si la víctima presenta una querella, ya que es un delito privado.
Consecuencias legales de las injurias y calumnias
Los delitos de difamación pueden derivar en sanciones tanto penales como económicas:
- Injurias graves: Pueden castigarse con multas o, si se han hecho con publicidad, con penas más elevadas.
- Calumnias: Se sancionan con penas de prisión de hasta dos años si se han realizado con publicidad, además de multas económicas.
En ambos casos, la víctima puede exigir una indemnización por los daños morales y económicos sufridos.
Cómo proteger tu reputación en internet
Más allá de la vía legal, existen estrategias para preservar tu imagen en el entorno digital:
- Monitorizar regularmente tu nombre en buscadores para detectar menciones negativas.
- Utilizar herramientas de gestión de reputación online para controlar el impacto del contenido difamatorio.
- Contactar con expertos en derecho digital si la situación se agrava.
Las redes sociales pueden ser un arma de doble filo cuando se usan para difamar a terceros. Si has sido víctima de un ataque que afecta a tu honor, es fundamental actuar con rapidez, recopilar pruebas y acudir a la vía legal si es necesario. La protección de la reputación en internet es un derecho, y existen mecanismos para defenderlo.